A principios de los 80 aparecieron en Wiltshire (zona megalítica) enigmáticos círculos en los sembrados de trigo. Salisbury, Amesbury, ubicados al sur de Inglaterra, fueron el escenario para la sorpresa de los agricultores que se encontraron con marcas muy llamativas de origen desconocido.
Eran círculos que parecían dibujados en los campos de cereal. Allí los vegetales estaban inclinados sin daño alguno, como si algo muy extraño, con un movimiento en el sentido de las manecillas del reloj se hubiese posado y apretado suavemente los sembrados.
Varias marcas circulares, agrupadas en círculos de varios tamaños, aparecían aquí y allá, siguiendo un patrón similar.
Al parecer estas marcas fueron encontradas desde 1979 - y hay referencias aún más antiguas- pero ya adentrada la década de los ´80 alcanzaron el conocimiento público y aumentaron progresivamente su número.
La prensa dio amplia difusión de los eventos y para 1989, dada la enorme cantidad registrada ese año, produjo un interés masivo en la gente que alcanzó a la misma Reina de Inglaterra, Isabel II, quien se ocupó personalmente de examinar documentación obtenida, relativa a los hallazgos.
Pat Delgado, un ingeniero, vecino de la región, se ocupo de estudiar desde el principio el extraño fenómeno, haciendo mediciones, montando guardias en búsqueda del origen del misterio.



Las marcas solían ser vistas por primera vez con la luz del sol en lugares donde el día anterior no había nada anormal. Por eso se dedujo que era durante la noche que estas huellas aparecían, razón por la que se montaron guardias con cámaras infrarrojas, binoculares y grabadoras sensibles para registrar una posible actividad inusual. Pero nada ocurría, y a la mañana siguiente algunas huellas habían aparecido.
En 1985 se realizó una importante reunión entre Pat Delgado, el Ovnílogo Chris Wood, y el Teniente Coronel Edgecombe, del Grupo de Investigación y Reconocimiento de Fenómenos Aéreos, con el fin de analizar los datos recolectados hasta el momento. Así pudieron determinar que los círculos presentaban características semejantes entre sí. Estas marcas solían aparecer en campos cultivados con trigo y cebada, generalmente en verano y durante la noche.
Los redondeles se agrupaban en conjuntos de cinco; las plantas presentaban una inclinación con forma rotatoria en la mayoría de las veces con orientación de agujas de reloj aunque algunos tenían sentido contrario.
En el suelo no se detectaban rastros o residuos, y las plantas de los alrededores no eran afectadas bajo ningún concepto.
Las marcas, año a año seguían apareciendo unas semanas antes de cada cosecha, pero cuando alguna teoría sobre su origen parecía resolver el problema, el enigma se profundizaba, cosecha tras cosecha, y lo que había empezado como grupos de círculos se tornaron en complejas figuras geométricas, impactantes dibujos de tamaños colosales que descartaban cualquier solución hasta entonces esgrimida.
Después de estudiar estos fenómenos durante los primeros años, dos teorías o explicaciones destacaron sobre varias posibles.



La primera fue la de un origen meteorológico, el resultado producido por el giro de vientos circulares. En esta misma línea, Terence Meaden, llegó a afirmar que la causa de los círculos podría ser un ¨vortex de plasma¨, desconocido entonces por la ciencia.
La segunda, mas extraña y por el momento incorporable, sostenía que los círculos eran producidos por fuerzas naturales manipuladas por una inteligencia no humana, lo que mas tarde derivó en la ¨hipótesis Gaia¨que aduce un llamado de atención de la Tierra, como entidad viva a los hombres que la amenazaban.
En cierto momento del desarrollo de este fenómeno, dos jubilados, Doug Bower y Dave Chorley, se declararon los autores materiales de los círculos, y aunque parte de la prensa dio por terminado el enigma, ninguno de los estudiosos -nadie con dos dedos de frente- dieron trascendencia a esta confesión ridícula e inaplicable como prueba.
La exquisita armonía y perfección de formas, el complejo entramado de símbolos, la inexplicable manufactura de tales prodigios, nunca hallaron explicación, aunque los Ovnis están jugando un papel determinante en todo el proceso.