
La Conciencia en mayúsculas también puede entenderse como la Mente Única, la Clara Luz del Ser, aquello que está más allá de lo manifestado y de lo no manifestado, el sustrato último de la existencia, la matriz ontológica de donde surgen todos los fenómenos y manifestaciones, y en donde todo ello se desvanece. Es el mar del que brotan todas las olas. Es el aire del que surgen todos los vientos. El responsable del keizu debe poner toda su atención, toda su conciencia y todo su ser en ofrecer un tañido limpio, sereno y dulce. Debe hacer sonar la campana en el momento adecuado, ni antes ni después, sino en el momento justo.
Corazón y Conciencia, Compasión y Sabiduría: las dos alas del águila que representa el despliegue completo de nuestra plena potencialidad en tanto que seres humanos.
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